Dos paisajes contrastan en la provincia con el único desierto de Europa y una sierra en estas fechas navideñas se encuentra totalmente nevada.
La campaña ‘100% Almería’ se ha trasladado hasta Es Radio y Radio Marca con un paseo virtual y radiofónico por la comarca de Los Filabres – Tabernas para conocer los rincones más emblemáticos del centro de la provincia en busca de paisajes tan distintos como únicos, como el desierto de Tabernas, el único de toda Europa, y la sierra de Los Filabres, donde se puede disfrutar de la vegetación y, en estas épocas navideñas, de la nieve.
La comarca de Los Filabres-Tabernas está compuesta por 18 municipios que se extienden por la cara norte de la Sierra Alhamilla hasta las estribaciones de Sierra Nevada, casi en el límite con Granada. Esto demuestra la tremenda variedad geofísica del lugar. Un territorio que ha vivido los vaivenes de la historia, donde el legado romano, nazarí y cristiano continúa presente.
Comenzamos el recorrido en el municipio de Tabernas, donde encontramos al único desierto de Europa. Además, hablar de Tabernas es hablar del cine que allí se rodó. Más de 100 películas del spaguetti western español se grabaron en este desierto. ¿Quién no recuerda películas como El Bueno, El Feo y El Malo, o La muerte tenía un precio? Dos títulos clasiquísimos que pasaron por aquí, como tantos otros. Donde además podemos disfrutar de sus paisajes en el Oasys MiniHollywood. Un poblado del oeste auténtico porque no solo emula la vida en el Lejano Oeste, sino que se construyó, efectivamente, en los años 60 del siglo XX, en el mismo estilo en que lo hacían aquellos remotos colonizadores estadounidenses.
Pero si los pequeños de la casa quieren seguir imaginando batallas de buenos y malos, en Tabernas les espera un castillo único. En lo alto de un cerro, con sus murallas y torres almenadas, como esos castillos de cuentos que escondían un dragón en las mazmorras. De hecho, poco le falta, ya que se dice que la fortaleza esconde varios pasadizos que lo unirían con el pueblo de Tabernas.
Pasamos además por el municipio de Lucainena de las Torres, localidad que forma parte de los pueblos más bonitos de España, en el que te puedes trasladar a su pasado por sus calles estrechas, llenas de antiguas casas, donde la tranquilidad y la naturaleza se puede respirar desde el primer momento.
Si pasamos por Lucainena de las Torres, se debe realizar una parada obligada en el Mirador el Poyo de la Cruz, es un balcón, desde él se puede disfrutar de unas magníficas vistas panorámicas del pueblo, y del antiguo molinillo, todo esto en plena naturaleza. El acceso es gratuito, espacio al aire libre. Además, se podrá disfrutar del Peñón de Lucainena, con una longitud de 1004 metros, es la consecuencia de la actividad geológica. El peñón está compuesto por piedras calizas negras sobre arcillas, ocasionadas por la acción del tiempo y de las aguas, dando lugar a resquebrajamientos de la montaña y originándose así grandes cavidades y agujeros. Durante la época del ferrocarril fue el primer punto de extracción de mineral.
Por último, también hay sitio para los amantes del deporte en la naturaleza, nos dirigimos hasta Fiñana para poder disfrutar de sus senderos pudiendo realizar dos de ellos de manera lineal, uno primero llamado ‘La Ruta de los Molinos’, y que se recorre desde Molinillo Portero hasta Los Corrales, con una distancia de seis kilómetros y un desnivel de 250 metros.
