VÍDEO BLOG #MIEDODEQUÉ? Señores políticos, dejen de manipular a nuestros niños con el nuevo feminismo, por Víctor J. Hernández Bru.
Es el nuevo feminismo, ése que, concretamente en España y de la mano de ese tsunami llamado Zapatero, se instauró en 2004, que el PP no fue capaz de frenar en siete años y que ahora se desborda por los cuatro costados gracias a Pedro I El Falso y el Coletavirus.
Ayer, una de nuestras niñas llegó a casa con un panfleto titulado ¡Fuera dudas!, en el que se instaba a los alumnos del Instituto IES Villa de Níjar a plantear dudas de forma anónima acerca de la igualdad entre hombres y mujeres y la violencia contra las mujeres. Del planteamiento de la resolución de dudas, nada que decir y de la educación para evitar la violencia, tan sólo aplausos. Pero claro, este nuevo feminismo, el que no cree en la igualdad, el que se orina en ella, tiene siempre que desequilibrar la balanza y hablar sólo de violencia contra la mujer, contra las niñas en este caso.
Por supuesto, en la estrecha mente de estas feministas totalitarias, no cabe que se planteen también dudas sobre la violencia de las niñas contra los niños, que si se molestaran en preguntar un poco en clase, descubrirían que también la hay.
Pero lo peor viene después, cuando se utiliza este canal para intentar inyectar en la mente en formación de los alumnos los conceptos más politizados, totalitarios, manipulados y demagógicos de esta corriente. Se les habla en este panfleto de discriminación laboral o salarial, machismo, micromachismos en la vida cotidiana, techo de cristal (ampliamente demostrado que es un concepto absolutamente falso), invisibilidad de las mujeres a lo largo de la historia (lo cual demuestra el analfabetismo histórico de quien haya escrito el panfleto) los mitos del amor romántico y otras gilipolleces de tamaño considerable.
En casa, tenemos tan claro que la violencia contra la mujer es intolerable como que tampoco hay cabida contra ningún otro tipo de violencia. Tan claro que no hay debate en esto, lo cual ya tiene mérito en un hogar con cuatro chicos entre cuatro y catorce años: todos estamos firmemente en contra de la violencia.
Pero lo mejor fue la respuesta de nuestra niña mayor, la que recibió el encargo y también la presión de su maestra para rellenar el folleto en cuestión. Su respuesta por escrito ha sido: “No quisiera plantearles nada, solo pedirles que dejen de darle tantas vueltas a un mismo tema. La manía que han tomado ustedes con comernos la cabeza a los jóvenes engrosando un problema que sí es visible, pero que a día de hoy está demasiado sobrevalorado. Y que sepan, que a nuestra edad, todos estamos suficientemente percatados de los problemas que hay en nuestra sociedad, y, que, el que no sabe, es porque no quiere o porque no le interesa. Déjense de hacer que perdamos el tiempo, algunos estudiamos para que el día de mañana no hagáis con nosotros lo que os dé la gana”.
Yo a estas palabras, repito, de una niña que va a un instituto de Almería y tiene 14 años, a la que le saco más de 32 años de edad, no le quito ni le pongo ni una coma.
