Esta partida, llevada a cabo por la Consejería de Igualdad, tiene una inversión prevista de 164.5 millones de euros.
La consejera de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación, Rocío Ruiz, ha informado en sede parlamentaria que las partidas del I Plan Estratégico Integral para Personas Mayores en Andalucía 2020-2023 más destacadas desde el punto de vista presupuestario son las destinadas al programa de sensibilización sobre hábitos de vida saludable y al de adecuación funcional básica de viviendas y de rehabilitación de edificios. Este plan tiene una inversión total prevista de 164,5 millones de euros para los cuatro años de ejecución.
En concreto, los programas que fomenten el ejercicio físico entre las personas a partir de 55 años, podrán acceder a una convocatoria de subvenciones, en régimen de concurrencia competitiva en los ejercicios 2020 a 2023 por importe de 5,3 millones de euros cada año. Asimismo, el Plan contempla un apartado de subvenciones a municipios que pongan en marcha programas deportivos para personas mayores con una ejecución de 200.000 euros en cada año entre 2021 y 2023.
Por otro lado, el programa de adecuación funcional básica de viviendas podrá establecer ayudas destinadas a contribuir a la financiación del coste de las actuaciones. Para ello, se ha proyectado una partida de 2,4 millones de euros el primer año y 3,6 en los sucesivos desde 2021 hasta 2023. Así como el programa de rehabilitación de edificios al objeto de la ejecución de obras para la conservación y mejora de la seguridad de utilización, accesibilidad en instalaciones de tipología residencial colectiva, eficiencia energética y sostenibilidad, que contempla 5,2 millones para cada ejercicio del Plan Integral.
A ellos se suman los 7,6 millones de euros que tiene presupuestado el programa de mejora de los centros residenciales para mayores de titularidad de la Junta de Andalucía que consiste en su acondicionamiento para asegurar un adecuado equipamiento.
Por otra parte, el programa de renovación en centros de participación activa pretende desarrollar un nuevo modelo de recurso a través de la modificación de su Decreto para el acondicionamiento de la red de centros de titularidad de la Junta de Andalucía mediante un adecuado equipamiento y una gestión basada en las tecnologías de la información, para lo que se ha estimado un importe de 400.000 euros.
Otros programas del Plan Estratégico Integral contemplan partidas, por ejemplo, de 3,4 millones de euros para iniciativas de cooperación local a través de subvenciones de contratación de personas que requieran atención preferente. O incentivos para proyectos de interés general y social en los que participen personas mayores a través de subvenciones de concurrencia competitiva en los ejercicios 2020 y 2021 por valor de 15,2 millones.
Finalmente, el presupuesto total de 164,5 millones de euros del I Plan Estratégico Integral ejecutará partidas, entre otras, para campañas de promoción del buen trato hacia la mujer mayor, la elaboración de guías sobre los derechos fundamentales de las personas mayores o el desarrollo del Sistema de Información de Maltrato hacia las Personas Mayores en Andalucía, para el que se creará un grupo de trabajo con los agentes implicados y se concretará en el diseño de una herramienta de detección, un protocolo de actuación y la creación de un registro único.
“Un plan que ha visto la luz en el día de hoy después de que hace 20 años la Ley de personas mayores de 1999 lo contemplara. Esta iniciativa viene a dar respuesta a la imparable tendencia hacia el envejecimiento demográfico al que se enfrenta la sociedad andaluza para ordenar, desde una perspectiva integral, preventiva y sostenible, el conjunto de las políticas públicas destinadas a promover el bienestar de los mayores en ámbitos como el sanitario, de servicios sociales, cultural, deportivo, de ocio, urbanístico y asociativo”, ha señalado la consejera.
Rocío Ruiz ha destacado cómo, “partiendo de un diagnóstico previo, el plan plantea alcanzar cuatro importantes retos: retrasar el deterioro físico y mental; conseguir que las personas mayores con enfermedades crónicas dispongan de los cuidados de larga duración y de los apoyos necesarios; transmitir una imagen positiva de este colectivo; y mejorar su calidad de vida mediante un sistema público de servicios sociales que garantice la implantación de un modelo de atención centrado en la persona”.
