VÍDEO BLOG #MIEDODEQUÉ? Otra denuncia archivada contra Amat, los ‘Sánchez Dalton’, Dora la Exploradora y el geta de Galapagar, por Víctor J. Hernández Bru.
Ayer eran los médicos almerienses los que, consultados por Es Radio Almería, dejaban en paños menores las absurdas acusaciones y reclamaciones de José Luis Sánchez Teruel, líder de los socialistas almerienses, al gobierno de la Junta de Andalucía en materia sanitaria. Los testimonios de éstos dejaron claro que la atención sanitaria a los andaluces y la situación de los profesionales sanitarios ha mejorado desde que el PSOE abandonó el gobierno autonómico, a pesar del panorama dantesco y catastrofista que cada día se inventa Sánchez Teruel, que empieza a ser conocido como el alto de los ‘Sánchez Dalton’.
Un día antes, eran los jueces quienes, en una reflexión parecida a la de los sanitarios ayer, flipaban en colores con un recurso presentado por el PSOE contra Gabriel Amat, en el que los socialistas se extrañaban por el hecho de que los jueces no atribuyan relevancia penal al hecho de que el alcalde no se abstuvieran en un procedimiento en el que intervenía una empresa de su sobrino.
Los jueces, repito, han flipado, aunque su prudencia judicial les han hecho reflejar simplemente su extrañeza por el afán de los Sánchez Teruel ‘boys’ de ser los más listos del barrio en todos los ámbitos.
Empieza a quedar demostrado que la actual cúpula del Partido Socialista en Almería está absolutamente convencida de que sabe más de derecho que los jueces, más de sanidad que los sanitarios y, por supuesto, mucho más de geografía que los torpes y descarriados geógrafos, que siguen empecinados en sostener que el Cortijo de las Chiqueras está a un kilómetro de la playa y no en la propia playa, tal y como nos descubrió brillantemente este verano esa ‘Dora la Exploradora’ de la política almeriense llamada Rodrigo Sánchez Haro.
La pregunta que me sigo haciendo es por qué tenemos, en España, un sistema judicial que permite que gentes como ésta, que se dedican a acusar de todo a quienes no comulgan con sus ideas, qué digo yo, que no contribuyen a que ellos sigan viviendo de la sopa boba tras cuarenta años de régimen autonómico sin que les pase absolutamente nada.
Yo me pregunto por qué un tipo como Gabriel Amat, que lleva archivadas ya, con ésta, 25 denuncias por parte de tipos con diferente grado de ‘algarrobismo’, tenga que seguir aguantando pacientemente como quienes exhiben con orgullo el no tener ni oficio ni beneficio le acusan de las más diversas gilipolleces, entreteniendo vilmente a nuestros recursos judiciales y administrativos e intentando socavar su imagen pública.
Eso sí, estos denunciadores compulsivos, sí que se sienten muy ofendidos cuando son ellos los que beben de la misma medicina, muy al estilo del sinvergüenza ése de Galapagar, que llegó adonde está engañando a imbéciles e incautos con el cuento ése del reparto de la riqueza y el derecho a okupar viviendas, y que ahora ha denunciado la okupación de la que es, como mínimo, su segunda residencia, otro chalecito en Ávila del que no se tenía conocimiento público.