La actuación se lleva a cabo tras el desprendimiento de varias ramas en los últimos años a través de impulsos electromagnéticos que no dañan la madera.
Las recientes caídas de ramas de los ficus centenarios de la Plaza Mayor de Vera, “han obligado al Ayuntamiento a recurrir a la tecnología más avanzada existente actualmente para analizar el estado de la madera de los árboles así como poder realizar un diagnóstico fiable y tomar medidas para evitar el desplome de más ramas”, según ha indicado el concejal de Mantenimiento de la ciudad, Miguel Ángel Martínez.
En el verano de 2019 ya se partió una de las ramas del árbol que se encuentra en el centro de los tres árboles, con el riesgo que ello supone para las personas que transitan por la plaza o descansan en sus bancos, y este verano nuevamente se ha producido el desplome de otra rama en el mismo árbol.
Javier Fernández, técnico arborista de la empresa Urbaser, encargada de realizar las pruebas, ha explicado que “se ha procedido a un análisis fitopatológico y mecánico mediante un tomógrafo que a través de ultrasonidos saca una especie de TAC para ver el estado de la madera del interior del árbol con el que se puede distinguir si la madera está sana, podrida o ausente y esa radiografía nos ayuda a realizar un diagnóstico final y proponer medidas para que no se caiga el árbol o no se sigan desprendiendo ramas, como es el caso”.
Esta técnica de diagnóstico de imagen no destruye la madera y permite conocer con detalle la salud de cada árbol, facilitando la aplicación de medidas correctoras que minimicen el riesgo de accidentes ante la caída de árboles o parte de sus brazos en la vía pública, especialmente en días de fuertes rachas de viento.
La Plaza Mayor de Vera, tras varias reformas, conserva actualmente el aspecto que tuvo la plaza en el siglo XIX, con una pintoresca fuente romántica de hierro fundido arropada por bellas jardineras y los enormes y centenarios ficus que dan carácter a uno de los rincones más singulares y bellos del municipio, donde se ubica la Iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación del siglo XVI y el Ayuntamiento de finales del siglo XIX, edificios que ensalzan aún más la majestuosidad de esta plaza.
En este sentido, el Primer Teniente de Alcalde, Alfonso García, que ha querido supervisar de primera mano los trabajos, ha indicado que “precisamente por ser uno de los rincones con más encanto del municipio y por el gran cariño que los veratenses tenemos a nuestros ficus centenarios hemos decidido actuar para analizar su estado de salud y actuar en consecuencia”.
