¿Es el proyecto de rehabilitación del Cortijo de las Chiqueras sostenible? En #EslaMañanadeAlmería analizamos los pormenores de esta cuestión en nuestro espacio ecologista #SosteniblEs con el patrocinio de Ford Indamovil
En «Es la Mañana de Almería» hemos hablado sobre el proyecto de rehabilitación del Cortijo de las Chiqueras en la sección de #SosteniblEs. Pero, ¿es de verdad este proyecto sostenible? Para responder a esa pregunta nos hemos puesto en la piel de un auténtico ecologista y hemos consultado la definición de «turismo sostenible«:
«El turismo sostenible es el turismo del futuro y del presente. Promueve la conservación del medioambiente, propone medidas para mantener la cultura regional y elabora estrategias para relanzar la economía local.»
Según esta definición, efectivamente el proyecto de rehabilitación del Cortijo de las Chiqueras sería turismo sostenible, veamos por qué.
PROMUEVE LA CONSERVACIÓN DEL MEDIO AMBIENTE
Los propios promotores del proyecto aseguran querer seguir la misma filosofía que habían marcado desde hace un siglo José González Montoya y Francisca Díaz Torres, Doña Pakyta, nombrada en 2010 Hija Predilecta de Andalucía, precisamente por proteger este espacio del turismo del ladrillo, y por haber hecho posible, por ejemplo, que playas como las de Mónsul o Los Genoveses se mantengan hoy casi vírgenes.
Entonces, ¿por qué se intenta presentar el proyecto como un Algarrobico 2.0, instalado poco menos que en primera línea de la playa de Los Genoveses? Esto solo se entiende si lo analizamos desde el punto de vista de la propaganda política de los sectores de izquierdas y ecologistas; de hecho, en distancia lineal, el núcleo urbano de San José se encuentra más cerca de la propia playa (a 700 metros) que la cortijada.
Todos los que conozcan el trabajo de la familia de Doña Pakyta sabrán que el mensaje que se está dando por parte de algunas personas sobre el proyecto representa todo aquello contra lo que en realidad la familia viene luchando desde hace décadas y que ha conseguido evitar, pese a ofertas multimillonarias desde el boom del turismo de masas en los años 60.
PROMUEVE LA CULTURA REGIONAL
Los siete cortijos que serán rehabilitados mantendrán la tipología de las construcciones tradicionales de la zona, serán de una planta, de fachadas sobrias, con carpintería exterior de madera y evitando tonos metálicos. Además, el espacio contará con una piscina que tendrá la apariencia de una alberca tradicional.
Otra de las informaciones poco precisas que se han difundido respecto al proyecto es que va a acabar con el importante trabajo que allí realizan los ganaderos. Nada más lejos de la realidad. Junto a esos siete cortijos se mantendrá la ‘Fábrica de cuerda de crin’, rehabilitada desde hace años por interés social y que mantendrá su función actual para la recuperación y puesta en valor del patrimonio etnográfico y agroambiental de la zona. No en vano, argumentan que en la familia ha mantenido desde hace décadas en la finca de 3.500 metros cuadrados en la que se encuentra la cortijada una agricultura y una ganadería ecológicas – la empresa cuenta en unas 600 hectáreas de terreno con seis personas que trabajan todo el año en plantaciones de alfalfa y cebada y en el cuidado de un millar de cabras blancas celtíberas- que prácticamente no les ha proporcionado beneficios, pero que cumplen una importante labor de conservación del ecosistema y fomenta la biodiversidad. En el ecohotel se llevarán a cabo, además, actividades relacionadas con la promoción de estos valores y tradiciones, como también seguirá haciéndose en la Fábrica, que es visitada, por ejemplo, por cientos de escolares de la provincia todos los años.
CUMPLE CON LA LEGALIDAD
El proyecto cumple toda la normativa (PORN, PRUG y demás normas urbanísticas) y ya estuvo en exposición pública en 2017. De hecho, la propia empresa solicitó que fuera enviado a las asociaciones ecologistas que trabajan por la preservación del Parque Natural, considerándolas parte interesada y para que realizaran sus alegaciones, las cuales ya fueron entonces contestadas y denegadas.
