VÍDEO BLOG #MIEDODEQUÉ?: Lo de que hay que dimitir cuando te imputan ha dejado de estar vigente, por Víctor J. Hernández Bru.
Francamente, yo no voy a hacer el paripé de decir que me sorprende que algún representante de la izquierda active el mecanismo por el cual lo que es válido para el contrario no lo es para sí. El rigor y la coherencia no son precisamente el valor más característico de una parte de esa zona del espectro político: ya sabéis, llegar al poder prometiendo igualdad y reparto y luego aviones Falcon y casas en Galapagar.
Pero como diría el clásico, una cosa es una cosa y otra cosa es otra cosa. Recordará el oyente y el lector que ahora mismo disfrutamos de un gobierno social-comunista en España gracias a que el PSOE de Pedro I el Falso y el Podemos del Coletavirus, junto con un montón de fuerzas populistas e independentistas, alguna de ellas incluso filo-terrorista, sacaron adelante una moción de censura contra el gobierno de amplia mayoría del Partido Popular.
El motivo, el único motivo que sustentaba aquella moción de censura era la corrupción intolerable del PP y de su líder, que no llegó nunca a estar imputado, ni investigado ni nada que se le parezca. Por aquel entonces, el lema más repetido por el socialismo y el comunismo opositores era que el mero hecho de ser imputado debía convertir a un político en dimisionario, aunque posteriormente resultara salir inocente. Es, por ejemplo, lo ocurrido con el presidente de la Comunidad de Valencia y el de la Región de Murcia, ambos dimitidos y posteriormente absueltos de los cargos de los que se les acusaba.
El gobierno Sánchez, experto en apariencias y películas, comenzó fortísimo su primer mandato, haciendo dimitir a tres ministros por rotundas chorradas, como por ejemplo haber puesto una casa a nombre de una empresa para intentar tributar menos por ella.
Luego, como el doctor Fraude constató que por ese camino le iba a ser difícil llenar el salón donde celebra los consejos de ministros, echó el freno y evitó más dimisiones, incluso por causas ya de bastante más enjundia.
Desde entonces, hemos tenido a ministros reunidos con delincuentes internacionalmente perseguidos y negando tales encuentros, otros ordenando a la Guardia Civil una caza y captura de opiniones contrarias al ejecutivo e incluso delegados del Gobierno socialistas imputados (ahora se les llama investigados, pero es la misma figura jurídica) por el juzgado, sin que nadie, pero ni siquiera los medios de comunicación, hayan tenido el pensamiento de pedir dimisión alguna.
Pero ahora es nada menos el vicepresidente del Gobierno, ése que ha ido orinándose uno por uno en todos los argumentos con los que escaló a tal cargo, el que va a ser imputado por delitos tan gruesos como los que están relacionados con eso que él mismo llegó a bautizar como las cloacas del Estado: los del caso Dina. ¿Alguien tiene alguna duda de que el Coletavirus va a plantearse siquiera dejar el cargo? Es evidente que aquello de dimitir cuando a uno lo imputan ha dejado de estar vigente.