VÍDEO BLOG #MIEDODEQUÉ?, por Víctor J. Hernández Bru
Diario del #Covid19, día 58: La falsaria Yolanda Díaz o como llegar a ministro sin ningún éxito en tu vida.
DIARIO DEL #Covid19, DÍA 59: Poco se sabe, públicamente, de lo que hizo Yolanda Díaz desde que se licenció en Derecho y cursó tres másteres en París, y el año 2005, cuando comenzó a destacar en Izquierda Unida. Hija del histórico sindicalista Suso Díaz, en casa mamó con fruición la filosofía del “haced lo que yo diga pero no hagáis lo que yo haga”, es decir, muy comunista para los demás, pero para mí másteres en París y vida a tutiplén a costa del sueldo sindical de papá.
Yolanda es la ministra de Trabajo que se ha hecho famosa por decir que España está a la vanguardia en el modo de afrontar la crisis económica derivada del Covid-19. Y lo ha hecho porque le parece fantástico el sistema de los ERTEs, que por cierto, fue aprobado e impulsado por la ministra de Trabajo del PP, Fátima Báñez, y criticado agriamente por la izquierda y sobre todo por los anarquistas del partido de la señora Díaz y sus colegas de ahora, Izquierda Unida y Podemos.
Estamos ante uno de esos habituales casos de ser humano que llega a ministro sin haber cosechado antes ni un solo éxito en su carrera. Yolanda Díaz se hizo coordinadora nacional de Izquierda Unida en Galicia en 2005 y, desde entonces, sacó un 0.8% de los votos cuando se presentó a la presidencia de la Xunta, con 12.000 votos en toda Galicia; un 14% cuando fue candidata a la alcaldía de El Ferrol, llegando a gobernar en una coalición con PSOE y BNGA que duró algo más de un año; y no sacó ni parlamentario en las elecciones a la Xunta en la que volvía a ir de cabeza de lista.
Yolanda es esa ministra que ha llenado de memes las redes y de repeticiones los programas de coña al explicar, en rueda de prensa, que “los ERTEs no son parados. Los ERTEs los hemos hecho para no destruir empleo. Por eso la Comisión Europea quiere emular el modelo español, porque es como una especie de dique que implide que no se despida a la gente. No son paro, están de alta” y otras chorradas más que evidenciaron que la elocuencia y la argumentación tampoco son lo suyo.
¿Qué qué es lo suyo? Bueno, eso sería mejor que lo dijese ella misma o Paco Porras, porque en política no había hecho nada en condiciones hasta ahora; bueno, ahora tampoco; y en su trayectoria privada prácticamente no ha trabajado en lo suyo, a pesar de autodenominarse abogada laboralista.
Eso sí, en su currículo encontramos un motivo de peso para ser hoy ministra: en las elecciones gallegas de 2012, contrató como asesor a Pablo Iglesias, logrando nueve diputados. Sin duda, en la devolución de tal favor encontramos el motivo por el que el Coletavirus ha elevado al grado de ministra a esta tipa que, hasta ahora, no conocía el éxito ni por asomo en su casi medio siglo de vida.
Y ahora, la flamante ministra, que sacó pecho palomo cuando lo de los ERTEs, afirmando que ningún trabajador podría ser despedido de su puesto al menos en los seis meses siguientes a ser sacado del ERTE, acaba de firmar una renovación del acuerdo con los agentes sociales en los que, ¡oh sorpresa!, se abre la puerta a los despidos de los trabajadores desde el día siguiente de que cese tal situación.
Queridos trabajadores y asalariados: cuando os digo que Pedro I el Falso y el Coletavirus están ahí gracias a la mentira y nos siguen engañando a todos, no sé qué demonios os hacía pensar que vosotros no ibais a correr el mismo camino. Como dice el clásico… #unidos.
Diario del #Covid19 día 58.
