VÍDEO BLOG #MIEDODEQUÉ?, por Víctor J. Hernández Bru.
DIARIO DEL CORONAVIRUS, DÍA 30: Cuando vengo diciendo, desde hace ya bastantes dias, que el gran problema en la gestión de esta crisis del Covid-19 que está llevando a cabo nuestro gobierno, el gobierno de Pedro Sánchez, es la ideología, es por esto; cuando repito que el gran fracaso en esta gestión debe su culpa a la ideología es por esto.
Es porque es evidente que, como ya pronosticó el hoy presidente, cuando aún le quedaba algo de vergüenza, gobernar con Podemos era meter al enemigo en casa, compartir despacho y sala de juntas con quien no tiene otro objetivo que instaurar un régimen totalitario de carácter comunista en España y, por tanto, dejar de poder dormir por las noches.
Pero a Sánchez le ha podido su obsesión con la Moncloa, su ansias de poder y su adicción al figureo, haciéndole olvidar del gran peligro que, no sólo para él, sino también para su partido y sobre todo para este país, suponía otorgar poder al populismo anarco-comunista del ‘coletavirus’.
En plena pandemia, en mitad de la crisis más galopante que ha vivido este país desde 1939, lo vuelvo a repetir una vez más, ese personaje infecto y miserable que acompaña a Pedro Sánchez hasta la morgue ha aprovechado para imponer una de sus ideas más suicidas, uno de sus preceptos más dañinos para nuestra economía: el incremento de la renta mínima.
Ya consiguió, no hace mucho, cargar con un lastre (me perdonará la portavoz socialista en el Congreso por esta alusión camuflada), un lastre digo absolutamente insuperable para muchas pequeñas empresas y autónomos, con el aumento del sueldo mínimo, lo cual ha sido una losa imposible de llevar para muchos de ellos, especialmente en nuestra agricultura.
Y ahora, el ‘coletavirus’ quiere sumar una nueva carga a las ya maltrechas arcas del Estado, con el incremento de la renta mínima, una nueva de ésas medidas que provocan que luego la Unión Europea no quiera saber nada de nosotros cuando pasamos dificultades, por la sencilla razón de que nos gastamos el dinero que no tenemos con la esperanza de ir luego a pedírselo a ellos.
Pero lo más grave no es eso: lo insuperablemente grave es que esta medida va a suponer incrementar aún más la renta que percibirán algunos españoles por no hacer nada, por no trabajar, lo cual supondrá incrementar aún más la innegable realidad de que hay mucha gente en este país que prefiere cobrar esa pensión vital en lugar de aceptar un puesto de trabajo, sencillamente porque no les compensa.
Y yo me pregunto: si el ‘coletavirus’ sigue aumentando esa retribución mal llamada social y consigue que incluso llegue a igualar el sueldo mínimo interprofesional, ¿cree alguien que habrá manera de encontrar personas dispuestas a trabajar por tal jornal mínimo?
Es el gran problema de elegir para gobernarnos a aquellos a los que la naturaleza tan sólo los ha dotado con la capacidad de manipular y convencer, pero que les ha negado la de discurrir y gestionar. A veces, viendo el panorama, se hace difícil pensar que saldremos de ésta, aunque lo haremos, seguro que lo haremos… #Unidos.
