VÍDEO BLOG #MIEDODEQUÉ?, por Víctor J. Hernández Bru.
DIARIO DEL CORONAVIRUS, DÍA 18: Hoy me he acordado de lo que decían Pedro Sánchez, Pablo Iglesias y todos sus acólitos acerca de las ruedas de prensa en plasma del anterior presidente del Gobierno, Mariano Rajoy.
Desde que Pedro Sánchez es presidente del ejecutivo, sus comparecencias públicas se han jibarizado como si hubieran pasado una temporada en el Amazonas, introduciéndose en el protocolo las ruedas de prensa sin preguntas, que antaño tanto molestaban a la izquierda y tanto soliviantaban a las asociaciones de periodista, siempre tan ecuánimes.
Ahora, en la situación más delicada en este país desde que terminó su Guerra Civil, el presidente ha introducido en la estrategia de comunicación un elemento nuevo: las pseudo ruedas de prensa a distancia, sin repreguntas y con preguntas que no van directamente al presidente, sino que pasan por el filtro de un responsable, que más que nada es responsable que al gran jefe le lleguen sólo aquellas que a él le apetece responder.
La misma táctica es aplicada también en las comparecencias de cada mediodía por parte del comité de emergencias, que a pesar de saber lo que le van a preguntar, no se arrugan a la hora de dar respuestas que nada tienen que ver con lo que el periodista ha planteado.
En unas y en otras, en las del presidente y en las de sus delegados, hemos tenido conocimiento de la existencia de algunos medios regionales, otros virtuales y algunos de diversos países, que nunca antes habían aparecido por una rueda de prensa gubernamental, pero que ahora encuentran el protagonismo y el interés del responsable de comunicación al uso, por delante de otros que, acaso, son demasiado críticos con las ejecuciones gubernamentales.
Obviamente, a nadie debe ocurrírsele poner de manifiesto nada de esto de forma pública, so riesgo de ser calificado de subversivo, faccioso, golpista, desleal o facineroso, por parte de ese ejército, mitad de voluntarios con el cerebro rapado por la biblia ideológica de turno, mitad regado de generosas subvenciones oficiales.
Entiendo que haya gente que, ante tal riesgo, considere que lo mejor es mantenerse al margen, que ya habrá otros que se mojen. Efectivamente: estamos otros para mojarnos, como los compañeros que han firmado un comunicado de protesta ante este atentado a la libertad de información; o como los que estamos recordando, por ejemplo, que es una puñetera vergüenza que quienes se quejaran del plasma, filtren ahora las preguntas de la prensa a su antojo, en un paso previo a la república bananera o, lo que es todavía mejor, a la dictadura bolivariana.
Estoy generosamente convencido de que, denunciando estas cosas, podremos salir antes de esta ruina en la que nos están metiendo, obviamente… #Unidos.
