El cierre de la central térmica de carbón importado de Carboneras es ya un proceso imparable. Al menos ésa es la conclusión que puede extraerse de la solicitud que ha presentado lEndesa de manera formal, amparada en los cambios en el mercado y la bajada del precio del gas, lo cual, según fuentes de la compañía, la han hecho poco competitiva.
La noticia ya se había conocido en septiembre, lo cual ha dado origen a no pocas movilizaciones de los trabajadores, pero ahora se confirma en todos sus extremos con esta solicitud de cierre por parte de Endesa, aunque la propia compañía se reserva el derecho a desistir de la misma, si es que algunas pruebas que está realizando dieran un resultado positivo, en los próximos meses.
Desde Endesa se ha informado que mantendrá los 113 puestos de trabajo de la central, con un proceso de recolocación de sus ocupantes; mientras que, en paralelo, se llevará a cabo un proceso de desmantelamiento de las instalaciones que dudará unos tres años, después de 18 meses de preparación.