VÍDEO BLOG #MIEDODEQUÉ?, por Víctor J. Hernández Bru.
Ni mucho menos soy un experto en agricultor, aunque llevo más de tres lustros trabajando para compañías del sector, buena parte de ese tiempo de manera muy intensa y viviendo sus problemas desde dentro, en primera persona. Eso me ha conferido, a estas alturas, una visión periférica pero al mismo tiempo bastante profunda acerca de la situación del sector y, más concretamente, de sus profesionales, empezando por los agricultores.
La jornada de paro y protestas que estamos viviendo en el día de hoy es la respuesta a un problema que yo conocí ya en mi primer año de trabajo en la comercialización hortofrutícola; y de esto hace ya trece campañas. En aquel entonces, la campaña también había comenzado con unos precios intolerables, que ya en noviembre hacían temer a los productores las pérdidas a final de campaña. La reacción fue otra huelga y movilizaciones que concluyeron con actos violentos en comercializadoras, algunas de las cuales fueron asaltadas y los palés de producto tirados al suelo.
Recuerdo muy bien que incluso ese tipo de movilizaciones obligaron a cambiar de fechas la entonces muestra hortofrutícola Expo Agro, que en varias ocasiones fue saboteada por los agricultores, de nuevo en protesta porque su trabajo no era valorado a un precio que les asegurara al menos la sostenibilidad de las explotaciones.
Insisto, ha pasado más de una década desde entonces. ¿Qué hemos avanzado? ¿En qué porcentaje se ha solucionado el problema? ¿Cuáles han sido las medidas que se han tomado para atajarlo?
Creo que las respuestas a esas tres preguntas son sencillas y que seguramente todos estaremos de acuerdo en ellas. Problemas que son muchos y variados, pero cuya resultante es común para todos: la falta de rentabilidad y cierta seguridad para los agricultores, que son la pieza donde empieza todo.
Llegado este punto, mi más cruel pregunta es: ¿Verdaderamente hay solución? ¿Existe alguna manera de, en un mercado globalizado y multinacional, asegurar de alguna manera que los encargados de poner el producto en juego y de activar el mecanismo de funcionamiento de la cadena de valor sepan que no van a perder dinero? ¿Es posible acotar el avance de países externos que se han lanzado decididamente a la conquista del mercado de la Unión Europea?
Como decía al principio, yo no soy un experto en el sector agrícola, pero sí tengo claro que los que sí lo son, harían bien en hacerse continuamente estas preguntas y procurar sacar conclusiones proactivas, ya que en juego está el porvenir de todos, empezando por ellos mismos.
