VÍDEO BLOG #MIEDODEQUÉ?, por Víctor J. Hernández Bru.
Como alguno sabréis, llevo unos días en Madrid, asistiendo, como en sus diez ediciones anteriores, a la Feria Hortofrutícola Fruit Atraction. Son días intensos, de muchos actos y mucha promoción de un sector, el campo almeriense, que da de comer en buena parte no sólo a toda Almería sino también a toda Andalucía.
Como quiera que poco a poco va calando el mensaje de que esta emisora, Es Radio Almería, tiene entre sus postulados la defensa de todos los creadores de valor, riqueza y empleo, sea cual sea su tamaño, en nuestra provincia, en estos días he tenido la oportunidad de hablar con muchos empresarios y también con representantes de cooperativas, es decir, agricultores que han unido sus fuerzas para comercializar y a los que les toca gestionar, además de sus exploraciones, una empresa con la que venden conjuntamente sus productos.
El mensaje más repetido es que nadie los ayuda, nadie los defiende y, sobre todo, nadie entiende su importancia; la importancia del que monta una empresa, una cooperativa o simplemente se convierte en autónomo y empieza a crear empleo en este país.
El trabajador por cuenta ajena tiene, afortunadamente, una intente cantidad de derechos en sus relaciones laborales. Y eso está bien. Pero, ¿y el empresario, el pequeño empresario o el autónomo? ¿Cuáles son sus derechos? Porque sus obligaciones crecen cada día y a medida que los políticos, que saben muy bien de su importancia, no cesan de colocarle cargas en la chepa, como si se tratase de una especie de súper-hombres que tienen que aguantarlo todo.
Impuestos más que en ningún otro país de Europa, una legislación laboral que hace absolutamente imposibles muchos negocios, incremento elefantiásico de las medidas restrictivas y de las normas a cumplir, que se traducen invariablemente en costes y una ausencia generalizada de ayuda o colaboración en la rotundamente necesaria labor de crear empleo.
¿De verdad pensamos que crear empleo en este país es fácil? De verdad, desengañémonos: crear empleo, dar soluciones a esa eterna lacra que es el paro, es una auténtica hazaña en este país, en el que por cada parado que se saca de las listas del INEM, los empresarios, los autónomos, en este caso los agricultores por cuenta propia, reciben como ‘premio’ (pónganse las comillas en la radio, para que se entienda) el tener que abonar una cantidad de impuestos al estado que, sin duda, hacen mucho más rentable no contratar a nadie.
Y la eterna pregunta es: ¿llegará algún día alguien a la administración que entienda que a quienes crean empleos no hay que castigarlos con impuestos, sino incentivarlos con premios?
