VÍDEO BLOG #MIEDO DE QUÉ?, por Víctor J. Hernández Bru.
Querido Íñigo:
Teniendo en cuenta que pasaste no pocos años en la Universidad de Málaga cobrando una beca y sin realizar los trabajos que se justificaban con ella, no es de extrañar que tu receta para mejorar el bienestar, la prosperidad y la salud de los españoles sea trabajar menos. Te pega, va contigo, sinceramente.
Pero una cosa es que seas un vago como la copa de un pino, un ser humanos sin oficio ni beneficio, un tipejo que se las ha apañado para llegar a tu edad sin haber dado un palo al agua, sin que se le conozca un sólo trabajo mínimamente productivo, y otra muy diferente es que te pienses que esa receta vital tuya se puede aplicar con éxito a todo un país.
Supongo que te has creído tus propias mentiras, como aquella de que en Venezuela la gente hace cola porque tienen mucho dinero para comprar o que el chavismo consiguió que la gente comiera allí tres veces al día, cuando la realidad es que lo que ha logrado es convertir un país históricamente próspero y desarrollado, envidia del resto del continente, en un lugar donde la gente se muere de hambre y otros se marchan a millones porque no pueden soportarlo más.
Que hayas salido a querer dar lecciones de cómo mejorar la economía de España es, sin duda, tu peor chiste, pero insisto, lo más grave no es que estés intentando engañarnos a todos, sino que te has engañado a ti mismo, que realmente te crees la cantidad de estupideces que no has dejado de decir desde que te has hecho famoso.
Dices que la solución es trabajar cuatro días a la semana, porque así la gente será más feliz. Te ha faltado decir que al igual que en los países nórdicos, en Alemania, en Francia, en Italia, en Estados Unidos, en Australia, en Canadá o en Japón. ¿Allí qué pasa, que no son felices? ¿Por qué no trabajan allí cuatro días a la semana?
Dices que así seremos más productivos, porque como todo el mundo sabe, trabajando menos es como se produce más. Y te ríes, porque no sólo eres un irresponsable y un inculto, un ignorante como muy pocos, sino que además eres un pirómano, un cáncer para cualquier sociedad porque sólo propagas ideas imbéciles que son lo que crees que la gente quiere escuchar para que te voten, importando poco que ello conduzca directamente a la ruina, como en tu añorada Venezuela o en la Grecia de aquellos dos fantoches que conquistaron el poder no hace mucho.
Es como si propugnásemos que los niños comieran sólo bollos de chocolate, porque así van a ser más felices y que, además, ésa es la mejor alimentación que pueden recibir.
Eso sí, lo que se te ha olvidado añadir es qué es lo que tienen que hacer las empresas con los otros tres días de la semana en los que descansen los trabajadores, qué harán los bares y restaurantes, los cines, las pescaderías, los despachos de abogados, las empresas de construcción, las que se encargan de recoger la basura o las librerías donde compras los cuentos de ciencia ficción que luego nos cuentas.
Ah, supongo que tu receta incluirá que se contrate a dos plantillas para cubrir el horario semanal, aprovechando lo holgadas que van todas las empresas españolas, sobre todo las pymes, que como todo el mundo sabe atan los perros con longaniza y reparten beneficios cada mes y medio.
Querido Íñigo, de verdad, ¿y si te fueras a la playa, que es donde tú estarías mucho más feliz… y ya no te cuento nosotros?
