Hoy se está celebrando la séptima sesión del juicio de Ana Julia Quezada por la muerte del pequeño Gabriel. Hoy no habrá declaraciones sino que se se están valorando los escritos de la acusación y defensa de las partes. Según explica Juan José Padilla, abogado: «Una vez que se practica toda prueba hay que reafirmar el escrito de acusación ante el tribunal y luego dan trámite para valorar esa prueba que se ha practicado, teniendo en cuenta las declaraciones de todos los familiares, las del comandante de la Guardia Civil y la de los forenses.
Juan José Padilla ha hablado, tambiénde la discrepancia que hubo entre los dos foreneses ya que: «uno advirtió que Gabriel sí fue golpeado antes de la muerta por asfixia y el otro no lo consideraba así». Aún así esa versión la ha dado por buena la fiscal que igualmente pide la prisión permanente revisable, indicando a su vez que la animadversión que tenía Ana Julia frente a Gabriele es suficiente para el distrito penal que se está persiguiendo y que conlleva la pena de presión permanente revisable.
Asimismo Padilla explica que «además la defensa ha indicado basándose en el infome del forense y a su vez acusando a la acusación particular de que se introducen unos elementos tales como que el niño fue golpeado antes de la muerte que simplemente incrementa el dolor de la familia»
Con la finalidad de conseguir la pena más alta de los 25 años los abogados de los padres de Gabriel, Francisco y Miguel Ángel Torres presentaron en su momento un informe médico firmado por el internista Nicasio Marín que avala con la que según el perito la acusada asesinó al menor. Ayer testificaron los forenses del Instituto de Medicina Legal que confirmaron que Gabriel murió asfixiado y que los golpes que presentaba se produjeron después, en las maniobras de la acusada durante la ocultación del cadáver.
