VÍDEO BLOG #MIEDODEQUÉ?, por Víctor J. Hernández Bru.
Perdonad que lo diga así, pero hay algo en esto del coronavirus que no termina de cuadrarme. Obviamente, no vamos a cuestionar las apreciaciones de la Organización Mundial de la Salud, pero me escama que aquí en Es Radio llevemos días diciendo que esto es una pandemia de manual y que ayer por la tarde salga la OMS a dar eso como una gran noticia.
Me escama que ya tengamos colegios, teatros, universidades, centros de mayores y hasta bares cerrados y todavía no nos hayan contado quiénes componen el comité de crisis, si es que el gobierno ha conformado este organismo que se antoja tan necesario.
Me coloca la mosca tras la oreja que los más reputados expertos en epidemiología sigan diciendo que estamos ante un virus de efectos inferiores a una gripe común y, mientras tanto, se haga este tremendo esfuerzo por parar los contagios.
Y finalmente, no entiendo de ninguna de las maneras que el gobierno y las autoridades en general, en lugar de lanzar un mensaje de calma que al menos contribuya a aminorar las consecuencias negativas para la economía, para los negocios, el empleo y el funcionamiento normal de nuestra sociedad en general, no pare de dar palos de ciego, normalizando situaciones un día, cerrando a cal y canto todo lo que se le pasa por la cabeza al día siguiente, afirmando que “haremos lo que haga falta” a las pocas horas y no haciendo nada, en general, en la gran mayoría del tiempo transcurrido.
Pero estas cosas son las que pasan cuando se juntan cuatro colegas y empiezan a repartir puestos entre sus amigos, sus familias y sus mujeres, de manera que termina de ministro de Salud uno que no sabe por dónde se entra al hospital, de Consumo uno que está en contra de que se consuma y de Igualdad una que es capaz de montarse un equipo en el que son todas iguales, efectivamente, es decir, todas mujeres.
Es n momento muy chulo, muy divertido, para descojonarse, que diría el Coleta-Virus desde la tribuna del Congreso. Pero el problema es que luego hay que gestionar, eso que llamamos gobernar. Ahí es donde empiezan los problemas.
