VÍDEO BLOG #MIEDODEQUÉ?, por Víctor J. Hernández Bru.
No lo voy a ocultar: soy muy crítico con mi profesión, con el periodismo. Cierto es que no me siento nada cómodo cuando observo un comportamiento cada día más habitual: el de personas que sin ningún conocimiento sobre lo que es el periodismo entran a analizar nuestro trabajo con severidad, pero al mismo tiempo he de reconocer que me repugnan algunas prácticas periodísticas.
Anoche mismo, puede ver el simulacro de entrevista que un cómico disfrazado de periodista, ese tipejo que se hace llamar Gran Wyoming, le hizo a una vicepresidenta del Gobierno que, por cierto, no sé qué pintaba en ese programa.
Un tipo que alardea de ser el más incisivo y corrosivo de los payasos entregado ayer a la indisimulada y abnegada sobada de lomo a su ídolo, con el gesto incluso avergonzado y teñido de nervios por tener en casa a toda una vicepresidenta socialista, el sueño de su vida, y planteando las preguntas que ella quería escuchar y en el tono que le era agradable. Almíbar, merengue y dulce.
Un comportamiento que a un periodista le hace sentir vergüenza ajena, no como el de quienes, también esta semana, que me ha hecho sentir rabia por cómo otros manchan mi profesión.
Me refiero a la burda, miserable y ridícula manipulación de las palabras de la diputada de Vox por Almería, Rocío de Meer, en la tribuna del Congreso. Como ya sabe todo el mundo, a estas alturas, la representante del partido verde citó a un icono filosófico para Podemos y para la ministra Irene Montero, Simone de Bouvard, que en su día dijo que las mujeres no son mujeres, sino que se van haciendo con sus acciones.
Sin embargo, no faltaron algunos perros de presa que persiguen a Vox, fabricando imprecaciones y pruebas falsas para acusarlos de todos los males del mundo, que no dudaron en cortar la frase de De Meer para convertir lo que era una cita irónica de otro en palabras propiedad de la parlamentaria por Almería.
El comportamiento, lejos de un ejercicio de mi profesión, la de periodista, no es más que una rastrera mentira para engañar a quien se deje, para caricaturizar a una representante pública como lo que no es, para seguir construyendo una imagen falsa de este partido. Sinceramente, me gustaría saber exactamente qué es lo pensaban, qué es lo que pretendían quienes tomaron la decisión de manipular y tergiversar esas palabras de Rocío de Meer.
